Queda camino por andar.
Tal día como hoy, el 17 de Mayo de 1990 la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud suprimió la homosexualidad de la lista de las enfermedades mentales, acabando con el fundamento pseudocientífico de la discriminación de las personas homosexuales, bisexuales y transexuales. Una fecha y un acuerdo cargados de fuerza y de significado como para ser recordados, no solo por las injusticias que se han cometido y aún se cometen mediante conductas que de manera explícita o sutil discriminan, denigran o rechazan a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Actitudes que han ocupado un destacado espacio en la la historia, y que desafortunadamente siguen siendo más cotidiano de lo que nos gustaría a algunos, a muchos, cada vez a más hombres y mujeres de bien.
Creanme, queda mucho camino por andar en la lucha contra la discriminación por identidad u orientación sexual, en el mundo por supuesto, aún hay casi ochenta países donde no se puede ser homosexual o transexual, y diez donde serlo aún se paga con la muerte.
Pero también en nuestro entorno cercano. Valga como ejemplo que la semana pasada, en una conferencia en la Academia de Seguridad Pública de Extremadura, cuatro futuros policías locales de nuestros pueblos, de una treintena, afirmaran con rotundidad que gays o lesbianas teníamos una desviación mental, incluso alguno estaba firmemente convencido de que estábamos enfermos. O valga el hecho de que haya habido presiones significativas para que no dejaran participar a Fundación Triángulo en la Feria de la Familia que acaba de realizarse en Don Benito, aunque al final hayamos estado ahí, por dignidad incluso.
Queda mucho camino, pero tenemos fuerzas para andarlo, no lo duden, y sabemos que no estamos solos, somos conscientes de que una creciente mayoría social cree en la igualdad y el respeto a la diversidad. Atrás iremos dejando el camino único para vivir y los modelos establecidos que tanto sufrimiento han generado, y frente a eso llega para quedarse la sociedad plural, donde vivir tal como somos y sentimos.
Artículo que publicará estos días El Períódico Extremadura, con motivo del 17 de Mayo, día contra la Homofobia y la Transfobia.
Actitudes que han ocupado un destacado espacio en la la historia, y que desafortunadamente siguen siendo más cotidiano de lo que nos gustaría a algunos, a muchos, cada vez a más hombres y mujeres de bien.
Creanme, queda mucho camino por andar en la lucha contra la discriminación por identidad u orientación sexual, en el mundo por supuesto, aún hay casi ochenta países donde no se puede ser homosexual o transexual, y diez donde serlo aún se paga con la muerte.
Pero también en nuestro entorno cercano. Valga como ejemplo que la semana pasada, en una conferencia en la Academia de Seguridad Pública de Extremadura, cuatro futuros policías locales de nuestros pueblos, de una treintena, afirmaran con rotundidad que gays o lesbianas teníamos una desviación mental, incluso alguno estaba firmemente convencido de que estábamos enfermos. O valga el hecho de que haya habido presiones significativas para que no dejaran participar a Fundación Triángulo en la Feria de la Familia que acaba de realizarse en Don Benito, aunque al final hayamos estado ahí, por dignidad incluso.
Queda mucho camino, pero tenemos fuerzas para andarlo, no lo duden, y sabemos que no estamos solos, somos conscientes de que una creciente mayoría social cree en la igualdad y el respeto a la diversidad. Atrás iremos dejando el camino único para vivir y los modelos establecidos que tanto sufrimiento han generado, y frente a eso llega para quedarse la sociedad plural, donde vivir tal como somos y sentimos.
Artículo que publicará estos días El Períódico Extremadura, con motivo del 17 de Mayo, día contra la Homofobia y la Transfobia.
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