17 mayo 2006

Arcadi en Badajoz.

Ayer fui a la Feria del Libro de Badajoz, edición XXV, para asistir a la presentación del libro La Frontera que nunca existió, de J. R. Alonso de la Torre. Columnista habitual del HOY, antes de El Periódico Extremadura, y antes de múltiples diarios gallegos, que ha conseguido atraparme con sus columnas semanales, en la contraportada de los domingos y los lunes. El libro cuenta historias de paisajes, pueblos y personas que viven entre Portugal y España, sin noción de que la frontera, la raya, exista, y mucho menos de que sea eso, un espacio de separación, un límite. Mas bien al contrario, contaba el autor, simplemente se trataba de paisajes, pueblos y personas a caballo entre ambos paises, sin noción de ser zona fronteriza. Muero de ganas x leer el libro, que como ya avanzó De la Torre se trata de un periodístico libro de viajes, por la raya que no existe : )

E, inmediatamente despues, Arcadi Espada estaba firmando sus libros en otra caseta de la Feria. Arcadi en Badajoz, curioso. Como más aun lo es el hecho de que haya publicado una nota en su diario sobre el tan traido y llevado Palacio de Congresos de Badajoz ( Arcadi dixit ).

Sinceramente, nunca imaginé que fuera a citar a Espada hablando de Badajoz : )

El Palacio de Congresos de Badajoz. Un edificio impresionante. (...) Me parece muy razonable respetar la trama, y mostrarse educado en casa ajena. La herencia, los siglos, la muralla, el insoportable peso pasado. ¿Pero qué pasa cuando uno construye el mejor edificio que haya tenido una ciudad en su historia, y lo sabe y le dan permiso, y pude, quise, lo hice? Hay edificios que son su trama, y sólo esperan que el tiempo lo pruebe. El cilindro del Palacio está hundido en un territorio mítico. Más trama. Para construirlo hubo de derribarse la antigua plaza de toros de Badajoz, lugar de una de las más crueles matanzas de la guerra civil española. Ésa es la razón por la que Izquierda Unida se opuso a la construcción del Palacio. Quería un monolito. Un espacio yermo. Al parecer es en los yermos donde arraiga mejor la memoria. Tal vez quisiera también Izquierda Unida un centro de interpretación. Están de moda. El problema, poco considerado, es que la memoria ocupa espacio. Se ve muy bien en las ciudades, a la hora de optar entre que la memoria levante sus templos o lo haga el presente (...).
Arcadi Espada