15 mayo 2006

Efecto llamada.



Esta lloviendo, y mucho con la avalancha de inmigrantes que llegan a nuestro pais a través de las Islas Canarias. Fernandez de la Vega, supongo que a su pesar, ha debido ser clara en cuanto a la postura institucional. Acebes como siempre aportando soluciones desde una demagogia insultante. Pero yo quiero contaros otra cosa al hilo de todo esto.

El pasado viernes tuve la oportunidad de conocer a Manolo Lario. Ha realizado un expléndido informe sobre cómo los medios de comunicación muestran la realidad social de la inmigración. Más que recomendable.

Manolo cerró con su ponencia los I Encuentros sobre Inmigración y Convivencia que hemos mantenido en la UEx, que tuve la suerte de coordinar. He aprendido mucho, mucho. Entre otras cosas, que los intolerantes son muchos más de los que creemos.

Ese día por la mañana el presidente de la asociación ProIustitia, que huele a NeoCon, llamó al Decano de la Facultad de Educación de la UEx, que acogía los encuentros, para plantearle que no les parecía adecuado que Manolo interviniera en el seno de una institución como la universidad, y todo porque este había defendido posturas de insumisión ante la Ley de Extranjeria. Y lo planteaba como manera de respetar la ley, la legalidad.

Obviamente la UEx no respalda ninguna actitud ilegal, pero... ¿acaso impedir la libertad de expresión no es algo anticonstitucional?, ¿acaso no debe ser la universidad un foro para el diálogo sereno, desde el respeto, desde la tolerancia hacia las posturas del otro, de la otra?.

Y todo esto, sin que expresamente hablara en nombre de su organización Convivir sin Racismo, sino habiendlo hecho como profesor, como activista social, y simple y llanamente de cómo los medios suelen tratar inadecuadamente la realidad de los y las inmigrantes.

Ya os digo, el viernes pasado aprendí muchas cosas. Muchas.