No lo he podido evitar, mi cuerpo ha madrugado más de lo normal, y ha sido exactamente por la misma razón que el pasado 26 de Septiembre, el día que salió a la calle
Público, y es que hoy aparecía el tan esperado nuevo
EL PAÍS, poníendo el debido acento en su cabecera ( cosa que debería haberse hecho al aprobarse la norma de la RAE hace años ya ) y que ha utilizado inteligentemente como imagen del cambio, del nuevo orden del periódico que en el fondo sigue siendo el mismo, el mismo que generalmente me informa, aunque uno ya haya aprendido que, como todos los medios, tiene dueño e intereses. No obstante, aquí está, como su traje nuevo, y el que firma y muchos mas, que lo se yo, como un niño con zapatos nuevos.
Lo leeré con tranquilidad, ahora más necesaria una vez han eliminado las entradillas ( lo siento
Pablo, pero creo que ha sido un acierto, le afianza como diario de profundidad, que para lo leve ya está la red y la tele, igual que para cierto sosiego y complicidad está la radio ), pero mirándolo y remirandolo mientras desayuno he tenido una buena sensación, sensación de que en general han acertado... Me gusta que abran a dos páginas, también los dos bloques principales, antes y despues de opinión, política y economía en la primera parte, vida y artes que lo llaman en la segunda. Me gusta ver la cara de quienes escriben opinión, me gusta la nueva cuarta página y la nueva composición de los editoriales, hace más fluida su lectura. Y me gusta la nueva letra creada para el diario, es clara y más facil de leer.
Y por supuesto me gusta que lleven a la página editorial al Roto, y que mantengan en opinión a Forges... pero la gran sorpresa ha sido no encontrar a Máximo. ¿Donde está?. Quizá haya hecho como Iñaki, al renovar en Cuatro una temporada más de lo pactado inicialmente, que ha pedido librar los viernes, en este caso los domingos. Ojalá sea eso y no que se nos haya reformado, que dirían en Portugal : )
Sigo mirando, y leyendo... pero por ahora, bienvenido sea el nuevo periódico global en español : )
Pd.- La sutil viñeta sobre fundamentalismos varios es, claro, de Máximo. La publicó hace días en El Pais, sin acento aún ; )