Los ciudadanos no entienden, no entendemos, que un político niegue
una realidad que vemos con nuestros propios ojos. Mientras más lo hacen, más crédito pierden ante nosotros, y no está precisamente sobrada de credibilidad nuestra clase política.
En este sentido, mas le valdría al PP pacense aceptar cuanto antes la crisis que tiene en sus filas, porque, cada vez que la cuestiona o la niega pierde credibilidad, y por tanto votos y concejales para los próximos cuatro años.
El pasado jueves, en la tertulia política de Jose Enrique Pardo en Popular escuché al que, dicen, será nuestro alcalde a medio plazo si ganara el PP,
Monago, que una y otra vez cuestionaba la crisis, no se daba por enterado. Y esto, mientras
El Periódico Extremadura, y La Crónica de Badajoz, que duele un poquito más, cerraban la edición del viernes con una
entrevista a Nicasio Monterde, donde anunciaba que solo faltaba poner fecha a la despedida. Aunque si algo ha ganado con todo esto ha sido eso, popularidad.
En fin, los que saboreamos con placer un hipotético gobierno de izquierdas en esta ciudad en la que vivimos tan agustito, vemos todo esto con sosiego, al menos yo, confiando en que pueda facilitar la entrada de Paco Muñoz al Ayuntamiento de Badajoz, cosa nada facil, pero tampoco imposible, y menos en esta tesitura ( al PSOE le faltan tres concejales para la mayoría absoluta, uno ya lo da las encuestas, otro lo podría dar esta crisis, el otro sería cuestión de trabajar y escuchar ).
No olvidemos que la mitad, o más, de cualquier conquista del poder en política llega, mal que nos pese a algunos, a costa de la erosión de quien gobierna. O lo que es lo mismo, que la política no solo es hacer y ofrecer cosas, tal como nos gustaría, sino ver como el que gestiona se equivoca y aprovechar esos flancos débiles. Al final, pura estrategia belicista, poco hogareña para los que preferimos la ausencia de confrontación, pero las cosas... son como son.
Nada que ver, eso si, con lo que el propio PP hizo contra Gonzalez y vuelve a hacer contra ZP, que lejos de sólo contemplar la erosión del contrincante lo bombardea con todo lo que pilla, aunque duela, como ocurre con los asuntos de terrorismo. Estos si que no tienen un ápice de principios. Buenos, si, el poder, a cualquier precio. Y en estas, los que creemos que la política puede y debe ser honesta y constructiva, tenemos que agachar la cabeza ante quienes dudan tanto te ella. Al menos nos queda el consuelo, o desconsuelo, de que al final es, como casi todo en la vida, como somos las personas.
Por eso Monterde se va, porque se siente mal tratado. Está dolido. Y es que quien lidera un proyecto no debe enfrentarse a las crisis grupales infravalorando a quien siente frente a sus intereses, y esto deberíamos aprenderlo todos.
Pd.- Por cierto, que no solo en política hay daños por esta crisis. El segundo aspecto que nadie aun comenta es el mediático, y es que a pocos pasa desapercibido que el
Extremadura cubre este asunto con la atención que merece ( se trata de la mayor crisis de Celdrán tras tres legislaturas estables ), mientras que para quien lea el HOY practicamente pasa desapercibido. Allá cada uno con sus principios, pero los que leemos los dos periódicos sabemos encontrar la relación directa entre publicidad y titulares.