Un instante.
La fotografía ha sido muchas veces el mejor cómplice de la memoria. En esta de AP dos libaneses acaban de liberar dos palomas que encontraron vivas entre los escombros de casas destruidas por los ataques israelíes en Choueifat, un pueblo cercano a Beirut.
La fotogalería que 20minutos.es dedica a la guerra en el Líbano incluye instantaneas que emocionan, que conmueven... y algunas, bastantes, que duelen de pura dureza.
Por cierto que, la semana pasada, en una respuesta que me escribió Sol Gallego Díaz cuando le cuestioné una portada de El Pais sobre el accidente de metro en Valencia que reproducía una impactante foto de una chica con las piernas llenas de sangre, me dirigió a una reflexión sobre la dureza de ciertas imágenes y su uso informativo que creo merece la pena: ¿Aceptaríamos hoy que un diario publicara la imagen de la niña vietnamita corriendo por una carretera con medio cuerpo quemado por el napalm?, ¿Y la foto de aquel joven soldado norteamericano que lloraba de pánico y dolor en un helicoptero que le evacuaba del campo de batalla?.
Probablemente no, decía ella, que igualmente afirmaba tener muchas dudas por pensar que no hay que alimentar la sensaciones morbosas ni publicar fotos que no contienen información imprescindible y que tan solo apelan al morbo, pero, por otro lado cada vez es mayor el peligro de que todo termine teniendo una imagen "agradable". Por eso, probablemente las fotos que antes refería sobre Vietnan nunca habrían sido publicadas hoy, por prudencia, por derecho a la intimidad, y la realidad es que, como bien decía Soledad, aquellas fotos ayudaron a cambiar aquella guerra.
1 Comments:
A veces la guerra se encubre y los criminales son los que mandan. Lee:"Soy un extremeños que tras años de emigración, volví a mi tierra, 1995, y lo primero que me encontré, fue una caterva inmensa de manijeros de cortijo que pretendían totalizar la vida. Yo volví como profesor de instituto. Escribí una crítica ponderada y de la que soy especialista, por tener la formación suficiente y la experiencia constante, sobre una revista local. Ante eso me encontré con una carta en el HOY, en la que se me daba la razón en mis valoraciones, pero de camino se me llamaba etarra, mataniños, ponebombas, terrorista... Se hablaba de mi "pelaje"... Y todo eso emitido por un secretario local del PSOE... Fue la punta del iceberg del acoso social contra mí, en todos los niveles, con todas las fuerzas y la locura del caciquismo más feroz. Miren, un botón: denuncié la carta que me llamaba terrorista a la Fiscalía General, ya que como funcionario consideré mi obligación hacerlo, y ante las no menos de cincuenta llamadas anónimas al teléfono de mi domicilio amenazándome de muerte, insultándome, vejándome, molestando... Bueno, la Fiscalía actuó rauda -recuerdo que aún estábamos en la mayoría desinflada de Felipe- y empuró al tal secretario local del PSOE, y a sus solidarios compañeros concejales, que lo apoyaron en las amenazas, insultos y demás. Recuerdo que mi vida se condicionó por las amenazas de muerte, ya que la carta que me llamaba terrorista y etarra, mataniños y demás fue aireada por cierta prensa que no calculó consecuencias... Bueno, pues sólo sé que comparecí, como parte personada ante el destacamento de fiscalía de Zafra, luego ante una juez acojonada de la población donde resido, que por su acojonamiento se inhibió del caso a favor de tribunales de Badajoz capital, ya que entendía que el diario HOY, desde donde se cometió el delito de graves consecuencias, tenía en esa ciudad su sede... Y es todo lo que sé... Como parte personada la Justicia ha debido comunicarme que pasó con el asunto, y si se archivó hacérmelo conocer, etc. Sé, por el abogado, carísimo, que defendió a los "socialistas" que el asunto fue archivado, Pero a mí no se me comunicó, como establece punitivamente la Ley. Sé que fue un fiscal de Badajoz el que solicitó el archivo, muy caro del "socialismo puertourracado". Sé de la extrañeza de la secretaria del juzgado nº 3 de Badajoz, que fue done se llevó el asunto, cuando hace tres años llamé para informarme, tras infructuosas pesquisas sobre la "desaparición" del asunto. Sé que me dijo, tras encontrar en su juzgado todo el papeleo, de su extrañeza por la forma de "archivarse" y la no notificación a mi, como parte personada...
En fin, materia para determinar algo similar a lo de Puerto Urraco. Porque matar a alguien en vivo es mucho peor que liarse a tiros de escopeta... Los manijeros de este cortijo extremeño pretendieron eso conmigo, y sé que lo pretendieron, y lo pretenden con muchos extremeños, en cada pueblo, en estos poblachos extremeños donde mandan a horca y cuchillo. Y he formado una asociación de afectados por el acoso de los de Ibarra. No somos de partido alguno ni apoyamos a nadie, ni pretendemos apoyo de nadie. Sólo que intervendremos, cando lo consideremos oportuno, para desenmascarar la mentira, descubrir el fascismo "modelno", el totalitarismo cejijunto y pardillo de los manijeros. Esto también es memoria histórica del tiempo presente, como lo llamaría mi profesor don Antonio Rodríguez de las Heras, o su mejor discípulo, Díaz Barrado (Unex)...
Decir sólo que cuando llegué a mi destino en Extremadura, tras mi larga emigración, venía de Andalucía, no de Euzkadi, como se podrá pensar… Y he escrito la historia porque los detalles del miedo en jueces y funcionarios, si no son afectos al régimen me avergüenza. Porque lamentablemente hay mucha gente que no quiere ver, acostumbrados al enchufismo como normal, al pasteleo opresor y total de los del “partío”, tras más de 25 años triunfales de mando… Tengo impresiones pesimistas sobre la redención de los extremeños y me da que la esencia de los sucesos de Puerto Urraco son dominantes en sus pueblos. El miedo el mando, la ignorancia suprema y el odio inveterado. Los cuales tres elementos son un explosivo mortífero, por mucho que los aspergiadores y turiferarios del poder, en Extremadura, traten de enmascarar. Y hablo con mucho conocimiento del asunto, pues el acoso siguió hacia mi persona con episodios aún más injustos, bestiales y caciqueros que el que cuento breve. Y lo malo es que hay muchos extremeños así. Y advierto que ni milito en partido alguno, siendo mi ideario libertario. Pero mis críticas a la vida pública sólo buscan la eficacia en el bien común y el amor a la libertad. Que no es retórico sino actuante.
Por todo ello espero que sepan entender lo bochornoso de la intervención de Ibarra contra Saura, erigiéndose hasta de crítico de cine el tipo; porque el seor Ibarra sabe de primera mano el trato que recibo de sus colegas, y lo apoya y justifica simplemente porque son sus socios. Y si os mandara alguna comunicaciónn del tipo os haría sonrojar de descaro ajeno y falta de respeto a los más elementales derechos. Tempore oportuno, tempore oportuno…"
¡QUÉ ME DICES, PLAYERO!
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