01 junio 2006

Instinto.

Hoy es uno de esos días en los que los diarios nacen desactualizados, o lo que es lo mismo, muertos, porque, como bien me dijeron hace años, los periódicos pierden vida a lo largo del día, a medida que la actualidad avanza, porque solo existen para contar lo que pasa, nacen para vivir 24 horas. Pocas páginas de los diarios tiene mayor vocación vital, aunque algunos nos empeñemos en la nostalgia y guardamos artículos para leer dias despues, o periódicos enteros con la misma intención. Entre otras cosas, porque un expléndido artículo hoy puede ser insulso tiempo despues, y más ahora, cuando apenas tenemos tiempo para el sosiego y la reflexión, cuando las cosas no pasan ya, es que ya han pasado cuando te das cuenta.

Hoy a muchas páginas les habría gustado poder ser electrónicas, pero no puede ser. Lo escrito queda, y eso que es tan importante para los pactos y los acuerdos ( porque los no escritos son papel mojado salvo para las personas honradas ), es lo que impide que ninguno de los cuatro periódicos que suelo ver al día me hayan podido contar lo que por otra parte sabíamos por el desliz de la Ministra de Cultura. Rocío ya no está.

Quien ha muerto es algo más que una tonadillera, una cantante. No me gusta su música, pero ella, no se porque, me caía bien. Excesiva, diva, pero parecía honesta, humilde en la medida en que lo podía ser en su papel, no se, y desde luego, guste o no su música, es un nombre propio de la vida cultural, y más que eso, de nuestro pais. En fin.

Pero la verdad es que este asunto es otro de aquellos en los que se emociona media España y a mi ni se me mueve un musculo. Obviamente si veo a su marido o a su hija llorando me conmueve. Es como cuando un futbolista rompe a llorar por haber fallado un penalti y por ello haber perdido no se que liga o no se que copa. Ni me inmuto al ver el fallo deportivo pero me conmuevo si le veo llorar sobre el campo.

Y en estas, viendo la noticia... lo que más atención me llama es la presencia de Alberto Ruiz Galladon consolando a la familia. Estando donde debe estar, en este caso como Alcalde de Madrid, pero siempre como lo que es, un político nato, con instinto. Y es que un amplia parte del corazon de España está encogido, y hay que estar ahi si tu papel político lo requiere. Como en esta ocasión ha sabido estar Carmen Calvo, a pesar de su enfermedad, y a pesar de su desliz del otro día. A veces pienso que esta mujer esta llamada a ser la nueva Bono del Consejo de Ministros.

Y la vida sigue, pasan más noticias, pero hoy pasan relativamente desapercibidas, por bárbaras que sean, como las últimas declaraciones de Rajoy sobre el proceso de paz, que evidencian el peso que para él suponía tener que asumir un papel de estado, o la constatación de la evidente prepotencia de Aznar en el tema de la compra de su medalla en los EEUU. Dos buenos ejemplos de cómo a veces la desfachatez y los intereses propios se superponen a la mínima cordura necesaria. Falta de instinto, supongo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Siempre es interesante leer lo que ha sido noticia en dias anteriores. Es como cuando lees un libro por segunda vez, empiezas a darte cuenta de pequnnas cosas que, la emocion de la novedad, las hacen que pasen sin pena ni gloria.

12:16 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home