Bolonia.
El plan para hoy era conocer Zahara de los Atunes, precioso pueblo por cierto, y preciosas playas, y ya otro día alguna otra playita cercana a Cadiz en estos primeros días de la semanita por Andalucía que nos estamos haciendo mi chico y yo, camino de la boda del bueno de Antonio Holguín, que por cierto será el sábado en Benalmádena, Málaga. Pero anoche Felipe sugirió otra idea, Bolonia, y al final cambiamos de planes... y ha sido todo un descubrimiento.
Ruinas romanas bien cerquita de la playa, toda una ciudad, Baelo Claudia, y en el marco de una playita aun considerablemente virgen. Un placer para los sentidos. Y toda una compensación para el caos que como ciudad en sí supone Cádiz.
Es curioso como la vida nos sorprende y nos ofrece emociones y momentos inesperados.